Cada maldición que sale de tu boca me inserta tus más incisivas palabras
Por la inocencia que hurtaste de mi propia naturaleza, de mis caderas
Por las canciones que enterraste en mi nuca para siempre eternamente
Por los infinitos que transgrediste porque sabes que estarás sobre todo
Todas las manos que me toquen, todos los alientos que me compartan
Todos los fuegos que me consuman, y las lluvias que me inunden, estarás.